La disciplina en el aula de clase

La disciplina o mejor la ausencia de ésta, es un asunto bastante molesto por el cual los docentes deben dedicar gran parte de sus clases en pro de su mitigación o atenuación y de esta forma poder cumplir con su desempeño laboral de manera adecuada. De ahí que, cuando las normas no son cumplidas por los estudiantes se desencadena la ausencia de disciplina (indisciplina) en el aula; también se plantea que las conductas disruptivas son bastante complejas y que las anteceden diversos factores de tipo social y familiar (Uruñuela, 2009). 

La disciplina hace referencia a la adquisición de normas y hábitos para la convivencia. La ausencia de disciplina se da generalmente cuando los estudiantes desconocen las normas y patrones de comportamiento dados desde el primer encuentro en clase. Gotzens (2001) propone la definición de disciplina como: El conjunto de procedimientos, normas y reglas, mediante los cuales se mantiene el orden en la escuela y cuyo valor es básicamente el de favorecer la consecución de los objetivos propuestos a lo largo de los procesos de enseñanza-aprendizaje del alumno). 

Cabe resaltar, que la disciplina en el aula no es un problema de carácter individual, por el contrario, tiene una connotación colectiva, donde uno de los actores (alumnos) tienen que interactuar en múltiples actividades. El aula es un espacio en el cual se requiere de interacción y participación entre los educandos, lo que hace de ésta (el aula) un lugar propicio, para desencadenar actos en contra del orden y las normas. 

Al respecto la autora Gotzens (2001) corrobora que la disciplina es un aspecto que se da a nivel individual pero afecta a todo el colectivo, y donde el aula es un espacio apto para que se den este tipo de alteraciones. Según la anterior afirmación, se puede inferir que la disciplina parte de individualidades, que sumadas conllevan a la alteración del colectivo, para lo que se hace necesario por parte del educador establecer relaciones empáticas que le permitan la compresión de actitudes específicas y, de esta forma direccionar los comportamientos, hacia la obtención de una adecuada convivencia en el aula. 

La disciplina es un aspecto imprescindible para la realización de los procesos de enseñanza y aprendizaje, la cual permite la correcta consecución de los objetivos propuestos.